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Río Tinto, un viaje a Marte sin salir de España

No existe en el mundo un río con las características del río Tinto. En la provincia de Huelva, en Andalucía, el río Tinto discurre, desde su nacimiento en la sierra de Padre Caro, casi en paralelo al río Odiel en dirección sur por la provincia hasta su desembocadura conjunta en el océano Atlántico.

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Un recorrido de casi 100 kilómetros que sorprende por lo peculiar de sus características. Un río rojo que debe su tonalidad a los minerales que contienen sulfuros de metales pesados que son los que se hallan en los yacimientos a lo largo de su cauce. Un río que ha interesado a los científicos de todo el mundo. Los metales que contienen sus aguas y su elevada acidez hacen que parezca imposible la vida en él.

Pero nada más lejos de la realidad, organismos adaptados a su entorno han demostrado lo contrario. Y esto lo han descubierto el Centro Nacional de Astrobiología y la NASA que han trabajado conjuntamente en España para entender el funcionamiento de la vida en el río, y la posibilidad de que la vida en él se desarrolle en el subsuelo. Estos trabajos tan importantes se deben a las similitudes de las condiciones ambientales del ecosistema del río, con las de la superficie y el subsuelo del planeta Marte. De ahí su importancia para la ciencia. Este estudio es muy importante de cara a los trabajos que están llevando a cabo en Estados Unidos para enviar tripulantes al planeta rojo. El Río Tinto y sus riberas, son un paisaje protegido y van a entrar a formar parte de la red de Geoparques europeos.

Los tramos alto y medio del río, son únicos en el mundo, por su belleza cromática y por sus excepcionales condiciones ambientales. Alrededor del curso alto, se sitúa el mayor yacimiento minero a cielo abierto de Europa, una actividad que ha dado como resultado un paisaje peculiar. Las famosas minas de Riotinto, explotadas desde hace 5.000 años, han conferido a la comarca una personalidad propia, múltiples restos megalíticos, tartésicos, romanos y el legado británico, con el ferrocarril, la Corta Atalaya o el barrio inglés de Bellavista son solo algunos de ellos.

El Río Tinto debe su nombre al peculiar color de sus aguas, de un rojo intenso. Pero no es el único color del río. A lo largo de sus márgenes y en su cauce, y debido a la precipitación de los minerales que contiene, los colores ocres, amarillos, rojos y naranjas, van cambiando el paisaje allí por donde pasa. Y en la escasa vegetación de la ribera dada la acidez del medio, destaca el llamado brezo de las minas. Una especie en peligro de extinción, endémica de Huelva. También, en las cavidades y canales de los enclaves mineros anidan distintas variedades de murciélagos.

Pero lo que más sorprende es la cantidad de infraestructuras de minería que se pueden encontrar en la zona. La corta Peña del Hierro, con su profundidad y el lago multicolor en su fondo es solo un ejemplo. En los pueblos por los que discurre el río se puede disfrutar de la gastronomía del Andévalo, con influencia de costumbres inglesas como el té. Tarsis, Campofrío y su plaza de toros, la más antigua de España, el Castillo de la encalada Zalamea la Real o Berrocal son algunas de las preciosas poblaciones del entorno. Desde Berrocal además se puede acceder fácilmente al río y recorrerlodesde allí en casi toda su extensión.

El histórico ferrocarril minero de Riotinto que transcurre a lo largo del recorrido del río  hace que las rutas sean más cómodas e interesantes. Puedes disfrutar de los paisajes del río andando por la antigua vía, con sus puentes, túneles y estaciones aún conservadas. Buscamos siempre curiosidades por todo el mundo sin percatarnos de que en nuestro país hay espacios tan bellos y singulares. El río Tinto es único, por eso hay que acercarse y vivirlo en familia. Rutas de otro mundo muy cerquita, en la provincia de Huelva. Y si viajas con los más pequeños de la casa no dudes en visitar el Parque Minero de Ríotinto, hay actividades y un antiguo ferrocarril que no os podéis perder.

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