7 hoteles que nos hacen viajar en el tiempo a la España de otros siglos

1. Parador de Ciudad Rodrigo. Salamanca. Ciudad Rodrigo es una elegante villa declarada Conjunto Histórico Artístico que se encuentra ubicada en el sur de Salamanca, muy cercana a la frontera con Portugal. Tiene una maravillosa arquitectura de origen romano y medieval y dos kilómetros de perímetro amurallado la encierran. Sus calles están repletas de palacios y casas señoriales, y su Plaza Mayor -con su Ayuntamiento del siglo XVI y su imponente Catedral-, son dos monumentos imprescindibles.

Su Parador es de los más antiguos del territorio español. En 1372, tras la conquista por el rey castellano Enrique II, se decidió construir un castillo en la ciudad semejante a los leoneses, es decir, con una gran torre cuadrada y rodeada de construcciones en forma de cubo y almenas, un gran patio interior presidido por una torre de homenaje y una gran muralla rodeándolo. La muralla fue objeto de  ampliaciones en el siglo XV, hasta completar el perímetro actual de dos kilómetros. En las sucesivas guerras, el castillo, sufrió fuertes destrozos y fue reconstruido en 1928, pasando en 1932 -por iniciativa municipal- a convertirse en el actual Parador. Alojarnos en él supone trasladarnos al siglo XIV con las comodidades actuales y degustar en la cocina del Parador de las delicias típicas del país: la comida típica charra -a base de embutidos como el farinato-, suculentos asados y el mejor jamón ibérico (desde 85 €/noche).

2. Parador de Olite. Navarra. Olite se encuentra situado en la zona central de Navarra, a cinco kilómetros de Tafalla y a cuarenta de Pamplona. Está recorrida por estrechas callejuelas llenas de nobles casonas de piedra con escudos de armas, galerías medievales y espléndidas iglesias. La construcción más emblemática es el Palacio Real, que fue objeto de numerosas ampliaciones y reformas, fundamentalmente entre los siglos XIV y XV. El conjunto está formado por estancias y jardines rodeados por murallas rematadas en altas torres; llegó a ser considerado uno de los más bellos de Europa.

Se pueden distinguir claramente dos construcciones: el Palacio Viejo y el Palacio Nuevo. En el primero se ubica el Parador Nacional. En su interior son sorprendentes las vidrieras y arcadas propias del medievo y el Palacio constituye el mejor ejemplo del gótico civil de Navarra y de los más importantes de Europa. Podemos disfrutar de toda la historia que encierra desde 95 €/noche.

3. Hostal San Marcos. León. Se inició la construcción del Hostal de San Marcos en el siglo XVI, bajo la financiación del rey Fernando el Católico, para albergar la sede principal de la Orden Militar de Santiago. Es uno de los hoteles monumentales más importantes de Europa y constituye un museo viviente. Posee un Claustro y una Sala Capitular impresionantes, además de una fachada que quita el aliento. Alojarse en él es hacerlo en un espacio en el que han sucedido importantes episodios de nuestra historia: aquí fueron atendidos peregrinos durante la Reconquista, aquí estuvo confinado Quevedo y este lugar también se convirtió en campo de concentración durante la Guerra Civil.

Un Parador impresionante, que se localiza en una ciudad tan impresionante como León, una ciudad que hay que recorrer despacio y deleitarse en la contemplación de la Catedral y de sus vidrieras. Y no podemos olvidarnos de tomar unos vinos en el Barrio Húmedo, con su ambiente festivo. Encontraremos alojamiento desde 95 €/noche.

4. Hotel Palacio Carvajal-Girón. Plasencia (Cáceres). Plasencia es una localidad del norte de Cáceres que se encuentra a 83 kilómetros de la capital, muy próxima al Valle del Jerte, las Hurdes y el Parque Nacional de Monfragüe. Forma parte de la Ruta de la Plata y está repleta de monumentos: restos de muralla medieval, la Catedral Vieja –de traza románica– y la Catedral Nueva –con elementos góticos y renacentistas– y el propio Parador, ubicado en el convento de Santo Domingo que data del siglo XV. Construido con techos abovedados, enormes muros de piedra y un hermoso interior gótico, está decorado cuidadosamente con detalles de época. Podemos pasar la noche en él desde 115 €/noche.

5. Hotel Palacio de los Velada. Ávila. En Ávila, los palacios se adosan a la muralla porque constituyen un segundo cinturón defensivo. Este es el caso del Palacio de los Velada, que es Parador desde 1966. Fue construido en el siglo XVI en el estilo típico de las casas del renacimiento castellano. El jardín del parador tiene unas impresionantes vistas de la muralla y de la Puerta del Carmen y también posee una colección arqueológica que puede ser visitada. En su comedor, con vistas al jardín, se pueden degustar: pucheretes teresianos, cochinillo asado, chuletón de ternera y las deliciosas yemas de Santa Teresa. Podemos pasar la noche a cobijo de la muralla de Ávila desde 90 €/noche.

6. Parador de Almagro. Ciudad Real. La ciudad de Almagro está declarada Conjunto Histórico Artístico, y su nombre deviene de Almagrib un castillo árabe, de arcilla rojiza, que es la misma de la que están hechos algunos otros edificios como la Plaza Mayor y otros del casco histórico. Es también imprescindible una visita al Corral de Comedias, el único que se conserva intacto desde el siglo XVII. El Parador se encuentra a cinco minutos de la Plaza Mayor, en un antiguo convento del siglo XVI, con piscina, patio interior y luminosas galerías. Podemos pernoctar en él desde 90 €.

7. Gran Hotel Son Net. Mallorca. Esta antigua villa mallorquina construida en el siglo XVII se ubica en plena sierra de la Tramuntana y ha sido reconvertida en hotel tres siglos después de su construcción. Son Net tiene una bonita fachada color rosa y cuenta con preciosos jardines y un patio con encanto que se adentra en plena ladera de la montaña. El interior se conserva como una auténtica villa de Mallorca y cuenta incluso con una prensa de aceite de más de 100 años de antigüedad pero también tienen piezas de arte moderno de Frank Stella o Mark Chagall.Un lugar ideal también para practicar deportes: golf, senderismo o natación (en cualquiera de sus tres piscinas). Dispone de suites e incluso dos villas con piscina particular. Los precios varían entre los 300 € hasta los 1.350 €/noche.

La mejor manera de vivir un lugar y empaparnos de toda su historia, a la vez que nos recreamos en la belleza del alojamiento escogido y comprendemos mejor la forma de vida de sus antiguos habitantes.