Conoce la hermosa floración del Valle del Jerte

Como cada año, la primavera comienza y las flores vuelven a aparecer después de mucho tiempo escondidas. En el Valle del Jerte nos encontramos con uno de los mejores lugares de nuestro país para disfrutar de este florecimiento.

El Valle del Jerte se encuentra en la provincia de Cáceres (Extremadura) y abarca un total de once municipios, lo que sería alrededor de unos 70 kilómetros de longitud. Está declarado bien de interés cultural desde 1973 y, entre otras cosas, es debido a la fiesta que se celebra cada año, denominada: El Cerezo en Flor. Normalmente suele tener lugar la segunda quincena de marzo, aunque esto no siempre es así ya que depende mucho de las condiciones climatológicas de cada año. Este año, la floración sigue estando centrada en la segunda quincena de marzo, según un comunicado emitido el día 3 de este mes.

Es importante saber que no todos los cerezos florecen a la vez, sino que primero se produce en la zona más cálida del valle y acaban los del Puerto de Tornavacas, la zona más fría de la provincia. Lo más recomendable es visitarlo a pie o incluso en bici, y disfrutar así de las numerosas rutas que se pueden recorrer. En vehículo también se pueden recorrer algunas, como la Ruta por las laderas o la paralela al río Jerte.

Además de ver el florecimiento de los cerezos, es una fiesta que trata de mostrar tradiciones antiguas además del futuro de la mancomunidad. Así, se realizan actividades relacionadas con la cultura, la gastronomía o las formas de vida del lugar. Son también de especial interés las bodegas y fraguas que son mostradas como lo eran antiguamente, ya que representaban un papel fundamental.

Tras la floración de aproximadamente un millón de cerezos se produce la Lluvia de Pétalos, en la cual todos los cerezos comienzan a perder sus flores y sus hojas. Se pasa así del color blanco del Valle al color verde intenso, típico de la primavera.

En conclusión, es toda una experiencia de la que se debe disfrutar al menos una vez en la vida pero, por supuesto, teniendo en cuenta que estamos en un entorno natural y se debe respetar cada ramita de los cerezos, así como la naturaleza en general.