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ISLAS CANARIAS

Arena sin fin en Playa Barca, la perla de Fuerteventura

Una de las mejores playas de España está en la costa suroriental de Fuerteventura. Es la de La Barca, en el municipio de Pájara, y es inevitable no caer rendido a los pies de su gigantesco arenal y sus aguas cristalinas. Es la favorita de los amantes del windsurf y, además, está a un paso de monumentos naturales únicos.

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La de Barca es una de esas playas que nunca faltan en los listados de las mejores playas de España, y es un estatus que se ha ganado a pulso, gracias a unas características que mantiene intactas año tras año: como su perfecto arenal o sus cuidadas aguas de color turquesa. Y todo eso en un pequeño municipio, el de Pájara, que oferta casi 20.000 plazas hoteleras, rompiendo los tópicos de que solo se pueden encontrar pequeños paraísos en lugares solitarios.

Playa Barca se corresponde con la zona norte de un área mucho mayor, que es la playa de Sotavento. Se encuentra en la costa suroriental de Fuerteventura, a un paso del Parque Natural de Jandía y de los picos más sureños de la isla. La zona urbanizada más próxima es la llamada Costa Calma, y en la playa en sí solo se encuentra una única edificación, que se corresponde con el hotel Meliá Gorriones. El resto es un gigantesco arenal.

La playa es famosa por ser el lugar de celebración cada año de una de las pueblas puntuables para el Campeonato del Mundo de Windsurf y Kitesurf. De hecho, se podría decir que es territorio exclusivo de deportistas acuáticos, ya que las condiciones son tan magníficas para la práctica de todo tipo de aventuras sobre las olas que no hay otro lugar que se le pueda comparar: kilómetros y kilómetros de línea casi recta en un entorno paradisiaco y sin playas familiares ni multitud de bañistas a la redonda.

Allí, además, es donde tiene su sede una de las escuelas más importantes de Fuerteventura para aprender a practicar tanto windsurf como kite. Se trata de la de René Egli, que tiene allí mismo el almacén de tablas y las aulas, por lo que no hay que llegar hasta allí cargados. De hecho, no es tan sencillo llegar, ya que hay que desviarse de la carretera principal que recorre la isla y tomar los caminos del barranco de la barca, si no se quiere tomar el camino asfaltado que acaba en las instalaciones del hotel (por cierto, uno de los mejores de Fuerteventura).

Salvo la zona en sí del establecimiento, en la que se han plantado muchísimas palmeras, casi creando un palmeral artificial, el resto del terreno está completamente vacío y ralo. Todo allí es arena y desierto, hasta el punto de que el arenal se hace inmenso. Según la marea, se crea un lago que llega a cubrir el 80 % de la playa, pero de apenas 40 centímetros de profundidad, por lo que es perfecto para dar largos paseos.

En total son alrededor de 2,5 kilómetros de playa, con una anchura media de 300 metros, siempre con arena blanca muy fina y en la que no faltan zonas de nudismo (de hecho, también aparece entre las mejores playas de España para esta práctica). Eso sí, no es muy interesante si se quiere bucear, y tampoco resulta demasiado interesante hacerlo si vamos a tener que sortear a practicantes de surf a nuestro alrededor.

Si queremos practicar senderismo por la arena, solo hay que tener en cuenta que las dunas se extienden por más de 30 kilómetros sobre la península de Jandía, hasta casi el final de la isla, por lo que mejor si ponemos un punto concreto para dar la vuelta.

Situada a 70 kilómetros del aeropuerto de Fuerteventura, un chapuzón en Playa Barca y, después, un poco de windsurf, es el mejor cóctel para disfrutar de una de las mejores playas de nuestro país.

Más información:
Turismo de Fuerteventura
Turismo de Islas Canarias
Meliá Gorriones

 

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