Viajestic» Destinos

Turismo urbano

5 razones por las que las ciudades pequeñas son perfectas para una escapada

¿Pensando en hacer una escapada y sin encontrar el destino ideal? Te lo ponemos fácil: coge un mapa y selecciona una ciudad pequeña, con encanto, de la que te vayas a marchar sintiendo que la has conocido de verdad. ¿Por qué son mejores las ciudades pequeñas?

Imagen no disponible

Imagen no disponibleMontaje

Publicidad

Hay momentos en nuestra vida en los que necesitamos escapar de la rutina y para aquellos que tienen un espíritu wanderlust, un espíritu viajero, lo ideal es planear una escapada. Pero, como siempre que uno quiere hacer algo así sin tener claro el destino, empiezan a surgir las dudas. No puedes marcharte demasiado tiempo y no sabes cuál puede ser el lugar perfecto para ti en esos momentos.

Tenemos la respuesta: una ciudad pequeña. Como hablamos de una escapada y no de un gran viaje, lo mejor que podemos hacer es desechar de inmediato grandes ciudades como Londres o París. Sí, son ciudades preciosas, ¡maravillosas!, pero cuando uno las recorre sin demasiado tiempo es habitual marcharse de ellas sintiendo que te estás perdiendo más de lo que has visto.

Así que borremos ciudades de ese estilo de nuestra lista de posibles y pensemos en nuestra primera afirmación: busquemos el encanto de las ciudades pequeñas. Tres o cuatro días que nos sirvan para conectar con nosotros mismos, para escapar de esa rutina, y que se viven mejor en lugares que puedes llegar a conocer bastante bien en el poco tiempo que vas a quedarte en ellos. ¿Por qué son mejores este tipo de ciudades?

Imagen no disponible
Imagen no disponible | Montaje

Porque podrás conocerlas (casi) a fondo. Teniendo siempre como base que hablamos de una pequeña escapada, las ciudades pequeñas nos ofrecerán igualmente una amplia oferta cultural que podremos ver sin prisa. Los paseos serán tranquilos y no sentiremos que estamos perdiendo el tiempo en ningún lado -¡algo que jamás deberíamos sentir cuando viajamos! Hay ciudades que realmente pueden ser vistas en esos cuatro días de los que disponemos.

Porque la seguridad de conocer una ciudad tiene muchas ventajas. Sentir una ciudad como tuya cuando solo llevas tres días en ella, andar por sus calles sabiendo cuál tienes que tomar para llegar al destino que estás buscando, o poder repetir paseos que te han gustado y que ya te resultan familiares es una sensación muy agradable. Y nos da seguridad. Son muchas las personas que, si bien aman viajar, siguen sintiéndose algo inseguras cuando visitan un lugar nuevo, por eso es importante conectar con ello tan pronto como podamos. Otra ventaja de las ciudades pequeñas.

Porque no te marcharás sintiendo que no has visto nada. Entendemos que sueñes con viajar a París o que necesites conocer de una vez Berlín, pero si no tienes demasiados días a tu disposición para visitarlas, lo mejor será que pospongas el viaje para cuando sí sean tuyos. No es nada agradable marcharse de una ciudad sintiendo que no has visto ni la mitad de las cosas que querías ver. Emplea esos días que tienes en viajar a un destino que te deje completamente satisfecho.

Imagen no disponible
Imagen no disponible | Montaje

Porque es más fácil manejarse en ellas. Si habéis estado alguna vez en Londres, sabréis que no siempre resulta agradable ser consciente de que tienes que desplazarte por buena parte de la ciudad para poder ver todo cuanto quieres ver. En cambio, esto no será un problema si el destino que visitamos es, por ejemplo, Edimburgo: al ser una ciudad recogidita, las distancias en ella disminuyen y es cierto que hay mucho que andar, pero sin duda es mucho más fácil manejarse.

Porque tienen un encanto especial. Llegar a una ciudad y sentir que te acoge, sentir que no te vas a perder en ella, que podrás llegar a conocerla bastante bien, que sus calles están hechas a la medida del hombre, es una sensación muy bonita. Las ciudades pequeñas tienen un encanto especial que no se puede explicar con palabras pero que es fácil de sentir. Lo hablábamos unas líneas más arriba: hay pocas cosas más satisfactorias que sentir una ciudad que acabas de conocer como tuya, y esto es más habitual cuando esa ciudad no se te antoja inmensa.

Publicidad