¿Por qué Andorra merece la pena como destino turístico?

¿Cuántos de nosotros no hemos ido alguna vez a Andorra para comprar más barato? Es uno de los viajes más típicos del turista español. Sin embargo, pocos se han parado a pensar en nuestro vecino como en un destino turístico de interés, más allá de las muchas compras que podemos hacer allí. De nuevo, nos dejamos llevar por las masas y por lo que siempre ha llegado a nosotros y, de esta manera, perdemos la oportunidad de conocer un lugar maravilloso, en el que hay mucho más que tiendas.

Andorra es el paraíso para los amantes de la naturaleza, sobre todo para aquellos que tienen debilidad por la montaña. Se encuentra literalmente encajada entre los Pirineos, por lo que los paisajes son asombrosos desde cualquier punto del principado. Lejos de las grandes ciudades a las que tan acostumbrados estamos, en Andorra sentirás que estás en paz y que conectas directamente con nuestra madre tierra, sin perder por ello las comodidades de las que solemos disfrutar en las grandes urbes.

Por supuesto, este contacto directo con la naturaleza es uno de los principales atractivos de Andorra. Innumerables rutas de senderismo, así como algunas de las pistas de esquí más admiradas de la zona, se encuentran en su territorio. Dependiendo de la época del año en la que decidas visitar el principado, optarás por una u otra actividad, pero lo que es seguro es que ninguna de las dos te decepcionará.

Y no todo es naturaleza en Andorra. Otra de las actividades que alaban todos los turistas que se deciden a visitarla está directamente relacionada con el relax. Los balnearios del principado son de otro mundo y te permiten desconectar del estrés y de la rutina, todo ello de nuevo con unas vistas increíbles, capaces de impresionar a cualquiera.

Lo más recomendable es que combines las dos actividades anteriores con algo más de turismo puramente dicho. La historia de Andorra es, cuanto menos, sorprendente y puedes conocerla a través de algunos de sus edificios, como el parlamento o las diferentes iglesias románicas que aún conservan su belleza. Además, te recomendamos que salgas de la capital y conozcas los diferentes pueblos que se encuentran a su alrededor, puesto que su encanto es único y atrapa a todos los visitantes.

Estamos hablando de un lugar muy diferente a todos los que hemos visitado antes, una especie de burbuja entre montañas y entre belleza, en la que las cosas ocurren a un ritmo diferente. La próxima vez que pienses en ir allí a hacer unas compras… ¡Quédate unos días! Volverás completamente hipnotizado.