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MIEDO EN EL AVIÓN

20 cosas que no sabías de las turbulencias

Para los que temen a los aviones, no hay nada peor que una turbulencia en pleno vuelo. Los agitados movimientos que sufre la cabina se convierten en toda una tortura, preludio de situaciones que llevan al pánico. Sin embargo, son tan habituales, que apenas deberían preocuparnos... siempre que tengamos ajustado el cinturón.

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Vuelo de Madrid a Copenhague. El avión acaba de sobrevolar París y encara el corredor del Canal de la Mancha para acercarse hasta el sur de Dinamarca bordeando el mar. De repente, toda la cabina comienza a agitarse, arriba y abajo, con movimientos fuertes y bruscos. Una persona que salía en ese momento del baño casi se cae de bruces sobre un pasajero sentado en la fila más próxima. Las azafatas, a duras penas, tratan de avanzar por el pasillo dando indicaciones para que todo el mundo se mantenga sentado y, los que siguen de pie, vuelvan a su asiento.

Son simples turbulencias, quizás algo más fuertes de lo habitual, pero no por ello desconocidas para la tripulación. Poco menos de un minuto después, todo vuelve a la calma, salvo los agitados corazones de los temerosos de los aviones, que tardarán en recuperarse. El servicio de bar ha vuelto a funcionar. "Creo que ahora sí me tomaré esa minibotella de licor", le dice un pasajero a su esposa, aun con el susto en el cuerpo. Quizás hubiera estado más tranquilo si supiera estas cosas sobre lo que acaba de ocurrir en el aire.

1. Como incidencia, aunque no sucedan continuamente, las turbulencias son normales y raramente son motivo de preocupación desde el punto de vista de la seguridad.

2. Las principales causas de una turbulencia son determinadas formaciones de nubes, tormentas, corrientes de aire en cadenas montañosas o zonas de corrientes en chorro.

3. El diseño de los aviones tiene en cuenta hasta las turbulencias más agresivas. Están creados para resistir sin problema inestabilidades y rachas de viento muy fuertes.

4. Un truco de los pilotos para enfrentarse a las turbulencias es reducir la velocidad. También les vale otro gesto simple: cambiar de altitud.

5. Los asientos donde las turbulencias se notan menos es en los del centro de gravedad del avión, así como los que están junto a las alas. Es en los asientos de cola donde más se sienten.

6. Cuanto más espacioso sea el asiento, menos notaremos las turbulencias, ya que hay más lugar para la movilidad y adaptar mejor el equilibrio del cerebro.

7. Es muy raro que se de en un vuelo nocturno o a primera hora de la mañana, ya que las corrientes de aire a esas horas son más suaves y las tormentas se disipan.

8. Cuanto más grande es el avión, menos se notan las turbulencias. En este caso, la fama de que los aviones de hélice son en los que peor se vuela, es cierta.

9. Las turbulencias suelen darse en alturas bajas, propias de vuelos nacionales o de corta duración. Sin embargo, en el caso de los que sobrevuelan India u Oriente Medio en largo recorrido también pueden verse afectados.

10. Las corrientes de aire en chorro afectan especialmente al cruzar el Atlántico, en la costa occidental de Sudáfrica y a la zona entre India y Malasia.

11. Hay tres grados de turbulencias: ligera, moderada y severa. En esta última, existe el riesgo de salir lanzados del asiento si no se lleva el cinturón abrochado. Andar sería imposible.

12. Los aviones cuentan con radares meteorológicos que detectan y estiman la intensidad de las turbulencias asociadas a fenómenos nubosos.

13. Si un piloto se encuentra con un área de turbulencias no pronosticada, está obligado a informar al momento para advertir desde torre de control al resto de aviones de la zona.

14. La sensación de una turbulencia es peor que la realidad. La mayoría de las veces tenemos sensación de que cae el aparato, pero lo raro es que varíe más de 5 metros.

15. En 2013 en Estados Unidos se produjeron 24 heridos debido a turbulencias, de los que más de la mitad eran tripulantes de cabina.

16. Está más que comprobado que si un pasajero se mantiene con el cinturón abrochado, una turbulencia nunca será un peligro para él. 26 personas resultaron heridas cuando un avión que iba de Brasil a los Estados Unidos entró en una turbulencia inesperada. Ninguna de ellas tenía el cinturón abrochado.

17. Si las turbulencias te dan nauseas, un buen truco es tomar caramelos de jengibre antes del vuelo.

18. Los sensores instalados en algunas aeronaves transmiten automáticamente información a los controladores en las torres para que busquen rutas alternativas para vuelos posteriores.

19. El ordenador del Servicio Nacional de Meteorología de Estados Unidos puede realizar hasta 213 billones de cálculos por segundo e informar de ellos a las compañías aéreas.

20. Uno de los últimos accidentes por turbulencias en España se produjo el año pasado en el aterrizaje de un avión de RyanAir en Reus. Tres tripulantes y dos pasajeros presentaron, según la compañía, “pequeños cortes y hematomas”.

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