5 ciudades europeas que tienes que visitar al menos una vez en la vida

Culturalmente hablando, Europa es un continente tremendamente rico. Muchas de las grandes civilizaciones nacieron en nuestras tierras y su legado ha permanecido entre nosotros, en diferentes puntos situados a lo ancho y largo del territorio europeo. Monumentos, lugares destacados, puntos históricos, ¡es mucho lo que hay por visitar!

Tener que quedarnos únicamente con cinco ciudades es, por tanto, muy complicado, pero basándonos en su historia, en todo lo que tienen por ofrecer, en todo lo que el turista puede vivir en ellas, somos capaces de recomendar (casi de obligar a hacerlo) cinco ciudades europeas que todos tenemos que visitar al menos una vez en la vida.

Atenas (Grecia)

La capital de Grecia es la cuna de todo en muchos sentidos. Además de poseer un pasado que no podemos encontrar en ningún otro lugar en el mundo, se ha convertido en una ciudad preciosa y muy diferente. Visitar los recuerdos que quedan del Mundo Antiguo y pasear por sus calles sintiéndonos en otra época debería ser algo obligatorio. Por desgracia, es una ciudad que suele quedar en el olvido. Desde aquí reivindicamos su valía.

Berlín (Alemania)

Más historia, claro, pero también una ciudad cosmopolita donde siempre encontraremos algo que hacer. Actividades diversas a cualquier hora del día, museos abiertos para nosotros por doquier y una de las metrópolis más poderosas de Europa que se ha convertido en un centro cultural en el continente.

Londres (Reino Unido)

¿Qué podemos decir de la capital de Reino Unido? Samuel Johnson, un célebre escritor británico, afirmó que “cuando un hombre está cansado de Londres, está cansado de la vida, porque en Londres hay todo lo que la vida puede permitir”, y no podemos estar más de acuerdo, incluso aunque realizara esa afirmación en pleno siglo XVIII. Imagina cualquier cosa... Lo tienes en Londres. Visita obligada, al menos una vez en la vida.

París (Francia)

La ciudad de las luces no solo alberga uno de los monumentos más impresionantes del mundo -la Torre Eiffel- es además una de las ciudades más hermosas de nuestro continente. Pasear por sus barrios -especialmente por Montmartre-, visitar el Louvre o perderse en DisneyLand son algunas de las cosas que podréis hacer en la capital de Francia. Su magia va más allá de las palabras y solo aquel que la ha visitado puede comprender a qué nos referimos. París es especial, y debe estar siempre incluida en la agenda de un viajero.

Roma (Italia)

Con casi 3 millones de habitantes, Roma es una auténtica locura. Pero es una locura sana, amable, impresionante y a la que uno siempre quiere regresar. No importa donde mires: allí encontrarás algo. La capital italiana está poblada de monumentos del mundo romano, de edificios de otra época, de un espíritu contagioso e histórico que le ha llevado a ser una ciudad de ensueño. Todos los caminos deberían llevar a Roma.