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Una curiosidad de la Catedral de Salamanca

¿Por qué hay un astronauta en la Catedral de Salamanca?

La Catedral de Salamanca es absolutamente espectacular, la mires por donde la mires. Guarda enormes secretos en sus paredes e, incluso, en sus fachadas. Existe un astronauta en una de ellas cuya historia no te dejará indiferente. ¿Por qué está ahí? ¡Te sorprenderá!

Catedral de Salamanca

Catedral de Salamanca Salamanca

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La Catedral de Salamanca es una de las más especiales y espectaculares no solamente de España sino de todo el mundo. La historia que hay tras ella capta la atención de todos y cada uno de los miles de visitantes que recibe día tras día. Te fascina cada detalle que hay en ella, sobre todo uno en particular.

Se trata de un astronauta que encontrarás en la fachada. ¿Por qué está ahí? ¿Cuál es su motivo? Bien, vayamos al principio de la historia. Justo en el preciso momento en el que se decidió construir la Catedral Nueva, se pensó en demoler la anterior. A pesar de todo, tras la demora de los trabajos, se desistió en esta idea.

El inicio de esta tediosa construcción tiene lugar alrededor de 1520 y únicamente el edificio fue terminado en 1733. A pesar de llamarse “Catedral Nueva”, como vemos no lo es tanto. Pero, ¿por qué aparece un astronauta en su fachada? ¿Por qué lo hace junto a un fauno comiendo un helado? Tiene su explicación y es muy interesante.

Astronauta
Astronauta | Catedral de Salamanca

Y no, no tiene absolutamente nada que ver con las especulaciones sobre ovnis visitando la humanidad. En absoluto. El astronauta es obra del cantero Miguel Romero. Se trata de una adición realizada a la fachada de la catedral el pasado año 1992. Todo ello cuando se inició un tedioso proceso de restauración de la fachada, dirigido por el reconocido arquitecto Jerónimo García de Quiñones.

Esta restauración formó parte de una exposición de carácter temporal que tuvo lugar en la misma catedral bajo el nombre “Las Edades del Hombre”. El diseño realizado por Miguel Romero tenía como pretensión (y lo cumplió) seguir en todo momento la estética que presentaba la catedral. Todo eso mientras añadía algunos guiños a la época contemporánea. Una forma de que, en el futuro, también sepan con certeza qué ocurría en nuestros días.

Con lo cual, ya sabes lo que tienes que hacer si visitas la Catedral de Salamanca. Fíjate en la fachada y podrás observar ese pequeño astronauta que no deja absolutamente indiferente a nadie. Y, lo mejor de todo, fíjate en las caras del resto de visitantes sin tener la más remota idea del por qué de ese hecho. Ahora tú sí lo sabes. ¡Te encantará!

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