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¿Qué pasa si no puede ver lo que come?
El mercado más antiguo y encantador de Londres
1. Casa Carola
Con
20 años a sus espaldas, este céntrico restaurante del barrio de Salamanca
mantiene su icónico santo y seña: un espectacular cocido madrileño. Cuidan con
mimo cada ingrediente, como los garbanzos, segovianos y de cosecha propia. Ahí
va: croqueta de cocido para empezar, luego garbanzos, patata nueva y verduras
frescas; para terminar con carnes de añojo y pollo, chorizo de sarta, morcilla
casera, tocino ibérico, codillo de jamón y huesos de caña.
2. Comala
Aquí
se viene a saborear deliciosas recetas mexicanas con pinceladas españolas, pero
cuando sobrevienen los fríos, ofrecen un cocido castizo de aúpa. Con una
ubicación privilegiada, en la señorial Plaza de la Lealtad, entre los edificios
del Hotel Ritz y La Bolsa, dispone también de una agradable terraza. En los
platos no faltan las tortillas artesanas (mexicanas, claro) o el taco
ropavieja. Si nos vamos hacia el sendero de lo madrileño, aparece el cocido
los miércoles y los jueves a mediodía, con la sopa acompañada de piparras y
hierbabuena, y con los garbanzos y la carne maridados con la típica salsa de
tomate con comino… y con pelotas de carne.
3. El Mendrugo
Tras
su paso por el Cenador de Salvador, Urrechu y El Cielo de Urrechu, el chef
Isaac Fernández aporta su experiencia y buen hacer en los fogones de El
Mendrugo, un bonito y acogedor restaurante en pleno corazón del barrio de
Chueca. ¿El protagonista? El producto, de temporada y siempre fresco. En su
carta se intuye la inspiración mediterránea, tradicional y, en algunos casos,
con dosis de atrevimiento, como la Cazuela de oreja en salsa kimchi o el
Cordero lechal de Colmenar Viejo con tofe de café y membrillo de manzana. Pero aquí hemos venido
a hablar del cocido, e Isaac es un ‘gato’ de pro, así que la primera semana de
cada mes ofrece un cocido de escándalo.
4. Jota Cinco
Es
ya un clásico en Madrid. Abierto desde 1970, es un icono en la calle Alcalá.
Su esencia es el recetario tradicional aliñado con toques innovadores (también
en el diseño de su comedor). En fin, cocina cuidada pero de toda la vida. Los
miércoles es el día del cocido en toda regla, como mandan los cánones: su sopa,
sus fideos, sus garbanzos, su carnes y sus verduras.
5. La Rollerie
Este
restaurante se puede paladear en varias direcciones, hasta incluso en Valencia
(calle Convento de Santa Clara): en Alcalá de Henares y, ya en Madrid, en
Guzmán el Bueno, en la calle Mayor y en Atocha. El éxito lo basa en su extensa
y divertida carta, con platos como las Brochetas de pollo Satay o el Tartar de
salmón ahumado, aparte de sus reconocidos brunch para degustar cualquier día de
la semana. Y si quieren un cocido como dios manda, tienen que acudir cada
jueves.
6. Los Galayos
La
Plaza Mayor de Madrid acoge este sitio al que al menos una vez en la vida hay
que ir. Sus carnes son legendarias (de hecho lleva abierto desde 1894, que ya
son años…) y conjuga magistralmente la cocina castellana con recetas más
contemporáneas. Pero su clásico es el tradicional cocido, que lo sirven a
diario al mediodía. Por supuesto, en puchero de barro.
7. Ponzano
Se
aloja, claro, en la calle de moda de la capital: Ponzano. Y su esencia es esa
cocina de siempre, de madres y abuelas. Lleva más de 25 años dedicándose a eso, a ofrecer recetas
como si uno estuviera en su casa. Y no puede faltar el cocido madrileño:
servido en tres vuelcos, con mucha sustancia y poca grasa, que preparan con
cariño cada miércoles. Si lo suyo son los saraos en grupo (a partir de 10
personas), lo puede encargar cualquier día, e incluso llevárselo a casita.
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