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BAJO LOS CEREZOS EN FLOR DE OKINAWA A HOKKAIDO

Comienza la floración del cerezo en Japón

La flor de los cerezos comienza a brotar ya en Honshu, en la ciudad de Kawazu, prefectura de Shizuoka, donde 8.000 cerezos ofrecen un espectáculo único ya en febrero. Un fenómeno muy especial que anuncia la llegada de la primavera y que se celebra cada año con un picnic al aire libre en familia o con amigos. Una costumbre conocida como hanami.

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La época de la floración del cerezo, cuya flor se conoce en japonés como sakura, está ya comenzando en Japón, y con ella, una de las épocas más bonitas en el país del sol naciente, la época de la observación de estas flores, algo que se conoce como hanami.

Hanami significa literalmente “mirar las flores” y hace referencia a la “contemplación de la belleza de la flor”, especialmente de ahora en adelante, y con la llegada de la primavera. Conceptos que junto con la exaltación de esta estación, forman parte de la estética japonesa.

La floración comienza a finales de enero en Okinawa, la zona más septentrional del país, y poco a poco se va extiendo por el resto del territorio. Sorprende ver como ya desde finales del mes de enero, en los partes meteorológicos se incluye una sección sobre las previsiones de floración en cada zona. Y no es hasta finales de marzo y principios de abril cuando llega el momento más especial, cuando la floración invade la isla principal, Honshu, o cuando las ciudades como Tokio y Kioto se tiñen con el color rosado del sakura.

Mastukawa. Prefectura Toyama ©JNTO
Mastukawa. Prefectura Toyama ©JNTO | ©JNTO

La floración dura sólo unos días, pero el país entero celebra la llegada de la primavera y disfruta admirando el color y las flores de los cerezos. Los parques se llenan de familias y grupos de amigos que hacen un picnic bajo los árboles.

La costumbre del hanami se remonta a la época de Nara, en el siglo VIII, y está unida al inicio de la temporada de la plantación del arroz, y a la vuelta a las actividades agrícolas, algo que coincidía con la floración del cerezo. Los campesinos hacían ofrendas a las divinidades a los pies de estos árboles y bebían sake en honor a los dioses, todo para favorecer las cosechas. Un siglo más tarde, la Corte Imperial de Kioto retomó y amplió esta fiesta acompañándola de elaborados platos y de sake, y vinculando la contemplación de las flores con la escritura de poemas.

Una costumbre que fue seguida por los samurái, y más tarde por el pueblo, llegando a convertirse en toda una tradición nacional en el siglo XVII. Una tradición que ha llegado hasta nuestros días.

Parque Yoyogi. Tokio
Parque Yoyogi. Tokio | ©JNTO

La flor del sakura es un símbolo de belleza efímera, una metáfora de la vida, brillante y hermosa, pero frágil y pasajera, y está presente desde hace siglos en la literatura, las artes y la artesanía. Además, se le han dedicado innumerables obras artísticas y canciones, desde las más tradicionales hasta las más modernas de estilo Pop, y es un motivo decorativo que aparece infinitas veces en kimonos, vajillas, muebles, etc. Incluso está representada en la moneda de 100 yenes.

Parque Castillo Takato. Prefectura Nagan ©JNTO
Parque Castillo Takato. Prefectura Nagan ©JNTO | ©JNTO

Cada región y cada ciudad tiene su propio paseo bajo los cerezos, pero hay algunos lugares especialmente famosos. El primer sitio donde florece el sakura es en la prefectura de Shizuoka donde destaca la ciudad de Kawazu, con más de 8.000 cerezos y donde se celebra el ‘Festival de la Flor del Cerezo’.

Aunque uno de los lugares más impactantes para ver este fenómeno es en el monte Yoshino, en la prefectura de Nara, famoso por los más de 30.000 cerezos que tapizan la montaña. Y también por el parque del castillo de Osaka o el jardín del Museo de la Moneda que abre solo para la ocasión, y donde verás especies únicas de cerezos.

Hirosaki. Prefectura Aomori
Hirosaki. Prefectura Aomori | Aomori Prefecture ©JNTO

En Kioto el hanami se celebra en el parque de Maruyama; en el Camino de los Filósofos en la orilla del canal entre el Pabellón de Plata y el templo Nanzenji; en el santuario Heian con sus numerosos cerezos llorones a orillas del estanque; en el río Kamogawa que atraviesa la ciudad; en el santuario Hirano, precioso sobre todo por su iluminación nocturna; o en el canal Okazaki, donde se puede dar un paseo en barco bajo los cerezos.

En Tokio, la capital, te recomendamos el parque de Ueno, el jardín Shinjuku Gyoen, y el foso de Chidorigafuchi cerca del Palacio Imperial, donde también puedes alquilar barcas para navegar por los canales y disfrutar de los cerezos en flor.

Otros espacios son el parque Sumida a orillas del río o el jardín botánico de Koishikawa.

Roppongi. Tokio
Roppongi. Tokio | JNTO ©Yasufumi Nishi

Además, en las principales ciudades de Japón, especialmente en los parques, los cerezos se iluminan también por la noche algo que se conoce como yozakura o lo que es lo mismo, la “contemplación de los cerezos por la noche”. Y hay que decir que Iluminados, los árboles, se convierten en un espectáculo difícil de olvidar.

Más información: Oficina Nacional de Turismo de Japón

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