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La comunidad autónoma de Cantabria se encuentra en el norte de España, entre el País Vasco y el Principado de Asturias. Los paisajes verdes, los bosques frondosos y el contraste entre las montañas y los paisajes costeros, son motivo más que suficiente para visitar esta región. Y qué decir de su gastronomía: las anchoas de Santoña, el cocido montañés o los deliciosos sobaos pasiegos… Además de recrear la vista, se nos hará la boca agua.

Vamos a hacer un recorrido por una selección de siete pueblos representativos que no nos podemos perder, pero recordemos que hay muchos más.

Iglesia de Santillana del Mar (Cantabria)

1. Santillana del Mar. Es una de las localidades de mayor valor histórico-artístico de España. Es conocida como la villa de las tres mentiras: ni es santa, ni es llana ni tiene mar. Una villa con importantes monumentos: la Colegiata de Santa Juliana, del siglo XII -el mayor exponente de arte románico en Cantabria-, las torres de Merino y Don Borja -actualmente sede de la Fundación Santillana-, la casa de Águila, la torre de Velarde y un enorme número de edificios destacados, y por supuesto, un paseo por sus empedradas calles medievales. Es imprescindible la visita a la llamada 'Capilla Sixtina' del arte rupestre: Las Cuevas de Altamira, con las pinturas prehistóricas más antiguas del mundo; su antigüedad se data en más de 14.000 años. Debido al deterioro provocado por la afluencia de visitantes se ha creado la Neocueva, una réplica exacta que puede ser contemplada por el público.

Castro Urdiales

2. Castro Urdiales. Tiene el encanto de un pueblo marinero y pesquero pero es también señorial, y dispone además de playas de gran belleza como las de Ostende y Brazomar. Posee un interesante casco antiguo de origen medieval, que es desde 1978 Conjunto Histórico. Su patrimonio monumental está formado por la Iglesia de Santa María -de estilo gótico, construida entre los siglos XIII y XV-, el castillo faro, el puente medieval y la ermita de Santa Ana. Tiene además testimonios de arte rupestre de incalculable valor como la cueva de la Peña del Cuco, con importantes grabados representando animales, que data de hace 12.000 años.

Comillas

3. Comillas. Es una aristocrática villa que se localiza entre suaves colinas y posee una playa deliciosa y un recogido puerto. Tiene población desde la Prehistoria, como demuestran los yacimientos de las cuevas de La Meaza, que datan de hace 14.000 años. Es muy interesante la arquitectura popular del siglo XVIII, de las que son buenas muestras la plaza vieja, la iglesia parroquial y las casas del centro. Pero la arquitectura más importante corresponde a finales del siglo XIX y principios del XX, gracias al patrocinio del indiano Antonio López y López, fundador de la naviera La Trasatlántica y nombrado Marqués de Comillas. Financió obras de valor incalculable para la localidad: el palacio de Sobrellano, el Capricho de Gaudí y la Universidad Pontificia.

San Vicente de la Barquera

4. San Vicente de la Barquera. Es la villa marinera por excelencia de Cantabria y esto es visible en numerosos aspectos: su puerto pesquero, sus fiestas populares y su deliciosa gastronomía, que gira en torno a pescados y mariscos. La Puebla Vieja de San Vicente es un espacio lleno de encanto gracias a su iglesia, su castillo y los restos de una muralla. Además está rodeada por los Picos de Europa por un lado y por el mar por otro. Los monumentos más destacados son la Iglesia de Santa María de los Ángeles -construida en el siglo XIII-, el convento de franciscanos de San Luis, el puente de la Maza (con 28 ojos, construido por mandato de los Reyes Católicos) y el puente del Parral, del siglo XVII.

Bárcena Mayor

5. Bárcena Mayor. Pequeña y pintoresca villa que data del siglo XVII. Fue declarada conjunto histórico-artístico en 1980. Se encuentra en la reserva del Saja, en un valle flanqueado por pequeñas colinas. Todas las casas son típicas de la zona, construidas en la época fernandina, con dos pisos: el inferior con portalada y el superior con las balconadas típicas de mampostería. Es digna de ver la iglesia de Santa María, es del siglo XVII y tiene un interesante retablo barroco.

Liérganes

6. Liérganes. Villa declarada de interés histórico-artístico nacional en 1978 por su valiosa arquitectura clasicista de los siglos XVII y XVIII. La parte vieja de Liérganes es conjunto histórico-artístico e incluye casonas populares, el Palacio de Rañada, la iglesia de San Sebastián, las casas de Setién y los Cañones y las capillas del Humilladero y el Carmen. Pero, sin duda, el monumento más importante es el museo-palacio de Elsedo. Una visita a su balneario completará una jornada deliciosa en la población.

Potes

7. Potes. La población de Potes está ubicada en el centro de la comarca de Liébana, en la unión de los ríos Deva y Quiviesa. Está rodeada de un espectacular paisaje y se sitúa en la confluencia de los cuatro valles de la comarca. El conjunto de barrios de la parte antigua tiene mucho encanto, con sus callejuelas y caserones -la mayoría con blasones- repletos de historia. Además de su innegable valor paisajístico y arquitectónico tiene un valor gastronómico incalculable. La localidad está repleta de restaurantes en los que podemos degustar las delicias de la zona, como el cocido lebaniego a base de garbanzos, cecina, carne, berza y relleno. También es una localidad ideal para practicar senderismo, bicicleta de montaña, parapente y caza y pesca.

Una visita a Cantabria, al norte de España, para disfrutar del verano y la naturaleza escapando del asfixiante calor del verano. Disfrutar de montaña, mar, playa y deliciosa gastronomía. Un escándalo de estancia.

Más información:
Turismo de Cantabria

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