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EN LA ISLA CANARIA DE LA PALMA

Nacientes de Marcos y Cordero, la ruta de senderismo más épica de España

Pasando por cuevas, piscinas naturales, grutas, mojándonos, entre bosques... ningún camino puede compararse en toda España al que sigue el nacimiento de Marcos y Cordero, dos ríos en la isla de La Palma que envuelven un paisaje mágico.

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La Isla de La Palma es un paraíso para los amantes del senderismo. Este rincón de ensueño para los paseantes cuenta con una orografía volcánica ideal para los paseos y más de mil kilómetros de sendas señalizadas. Entre todas las rutas destaca la de los Nacientes de Marcos y Cordero, que se encuentra situada en el municipio de San Andrés y Sauces, y que destaca por su originalidad. Tenemos que entrar y salir por túneles, en ocasiones erguidos, en otras agachados, a ratos con luz y a ratos a oscuras,  a tramos secos y a tramos empapados por el agua que emana de los mismos.

Este sendero transcurre en paralelo al canal que recoge aguas de los nacientes y se prolonga a través de la gran caldera de Marcos y Cordero. Atraviesa esos barrancos para confluir luego en el Barranco del Agua. Son trece túneles excavados en las escarpadas laderas del Barranco del Agua que permiten seguir a pie el canal que capta dos de los manantiales más caudalosos de La Palma; alguno de los túneles tiene una longitud de 400 metros.

No hay que olvidar la linterna ni el chubasquero para esta aventura, porque los túneles gotean constantemente. Y es también imprescindible un buen calzado ya que es una ruta muy exigente (veinticuatro kilómetros de largo y un desnivel de mil doscientos metros en su versión larga).  Aunque en la mayoría de los casos se ataja, llegando en un todoterreno hasta Casa del Monte,  desde allí son sólo cuatro kilómetros de camino hasta el naciente más alto: el de Cordero (en este caso es imprescindible madrugar dado que hay poco espacio de aparcamiento para que nos pueda dejar el vehículo en Casa del Monte). En esta ruta disfrutaremos de un delicioso paisaje lleno de frondosos pinos y las primeras señales de laurisilva de la zona. Desde este punto es una senda poco exigente, casi un paseo, que nos permitirá disfrutar de las maravillas del frondoso paisaje.

El primer naciente al que se llega es el de Marcos, tras cruzar doce túneles excavados en las escarpadas laderas del Barranco del Agua; el duodécimo túnel es el más complicado de atravesar porque por un lado es el más largo y por otro lado, literalmente, hay que mojarse para poder salir de él, debido al agua que desciende por sus paredes. Para llegar al naciente de Cordero es necesario subir una pendiente y atravesar otro túnel.

Podremos hacer la vuelta desandando el  mismo camino o atravesando el Bosque de los Tilos, un frondoso bosque de laurisilva declarado Reserva de la Biosfera en 1983, diecinueve años antes que se declarara el resto de la isla. Son ocho kilómetros de paseo a través de un bosque que, una vez en La Palma, sería imperdonable perderse, por sus características únicas.

Una vez finalizado este recorrido no hay nada más gratificante que darnos un baño en las Piscinas Naturales de Charco Azul.  Se encuentran ubicadas junto al paseo peatonal de El Melonar, ubicado entre las Villa de San Andrés y Sauces y el Puerto Espíndola. Excavadas en la roca natural, son llenadas por las olas que acarician la orilla y se han convertido en el lugar de baño habitual tanto para locales como para turistas.

Disponen de una piscina grande para adultos, una piscina infantil y otra conocida como el Charco de las Damas. Existen buenas instalaciones con aparcamiento, servicios y duchas y un restaurante muy reconocido en la zona -Bar Charco Azul- en el que sirven ricas tapas y productos frescos del mar: bocanegra o cabracho, medregales, candiles, albacoras, morenas, lapas y camarones.

No podemos perdernos una visita al pueblo de San Andrés, que ha sido declarado Bien de Interés Cultural, con categoría de Conjunto Histórico. Ha sido lugar de asentamiento de comerciantes portugueses, flamencos y genoveses. Es muy interesante la visita a la Iglesia y a las villas de las familias pudientes de la época, ejemplo de arquitectura canaria con sus gruesos muros de piedra y barro.

San Andrés ha sido uno de los núcleos fundamentales durante los siglos XVI y XVII, principalmente gracias a la caña de azúcar, y es recomendable también la visita a Destilerías  Aldea, que celebró recientemente su 75º aniversario, y probar una degustación de alguno de los licores que elaboran.

Una visita a La Palma que nos permite gozar del paisaje, de vegetación inigualable y de una gastronomía deliciosa. Y una ruta de senderismo de características únicas por los Nacientes de Marcos y Cordero.

Más información:
Turismo de La Palma

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