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TEATRO PARA VIAJAR A LA IBIZA RENACENTISTA

Una curiosa y divertida ruta por el patrimonio ibicenco en Dalt Vila

En Ibiza, cada sábado al atardecer puedes descubrir la historia a pie de calle con las visitas teatralizadas en el centro histórico de la ciudad fortificada.

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La isla de Ibiza es mucho más que un destino de playas y aguas cristalinas. Cuatro veces declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por la acrópolis de Dalt Vila, las praderas de posidonia oceánica, la necrópolis fenicio-púnica de Puig del Molins y por el asentamiento fenicio de Sa Caleta, muestra con orgullo su historia en cada uno de sus rincones.

Y es que por la isla de Ibiza han pasado fenicios, púnicos, romanos, bizantinos, vándalos, árabes y cristianos, dejando un amplio y variado legado en forma de patrimonio cultural. Algo, que ahora puedes descubrir de una forma lúdica y muy entretenida.

Y es que Ibiza nos acerca a su cara más cultural en unas visitas teatralizadas que recorren la zona de Dalt Vila y que se llevan a cabo cada sábado, desde hace varios años, con enorme éxito.

Un recorrido teatralizado que de la mano de un grupo de actores caracterizados en la época renacentista, nos muestran cómo era la Ibiza en el siglo XVI, cuando las murallas de este recinto de la ciudad comenzaron a ser construidas.

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La ruta comienza en el mercado situado en la Plaza de la Constitución, en el barrio marinero, en el que podemos ver dos reproducciones de estatuas romanas descubiertas en la construcción del recinto. A continuación, sigue por el Patio de Armas, lugar en el que se celebró el primer mercado hippie de la isla, la Plaza de la Vila, la calle Santa Creu, la calle Sant Antoni, la Plaza del Sol, las escaleras en la calle Sant Josep, la calle Conquista, Sant Ciriac, la calle Mayor y, por último, por la Plaza de la Catedral.

Todos, enclaves que conforman Dalt Vila de Ibiza, un enclave único cuyo recinto amurallado es Patrimonio de la Humanidad desde 1999. Una distinción internacional que reconoce el valor histórico, cultural y arquitectónico de la fortaleza costera mejor conservada del Mediterráneo.

Si pasear por la acrópolis de Dalt Vila es una auténtica gozada, lo es más hacerlo conociendo la historia de sus callejuelas y monumentos como son el Castillo o la Catedral. Cruce de culturas desde hace siglos, el entorno de esta fortaleza es también el escenario de conciertos, ciclos poéticos, exposiciones y actividades culturales durante todo el año. Ibiza es siempre una isla abierta, los 365 días del año.

La historia principal de estas visitas teatralizadas se basa en un relato de amor imposible, una relación que muestra la vida en la isla hace cinco siglos. Todo narrado tanto en castellano como en catalán, en un itinerario de una hora y media aproximadamente que comienza en el Mercat Vell de Ibiza.

Las visitas teatralizadas son al atardecer, entre las 19h y 20h de la tarde, y tienen un precio máximo de 10 euros en función de la edad. Las entradas se pueden eservarse a través de la Oficina de Turismo de la Curia, situada en la Plaza de la Catedral, por teléfono o por correo electrónico +34 971 399 232 o informacioturistica@eivissa.es

Y es que por la isla de Ibiza han pasado fenicios, púnicos, romanos, bizantinos, vándalos, árabes y cristianos, cosechando un amplio y variado patrimonio cultural, y convirtiéndola, gracias a su ubicación privilegiada en un punto estratégico. Aunque la historia de estas visitas se centra en el siglo XVI y hacía adelante, en una época marcada por la inseguridad en el Mediterráneo occidental, provocada por los continuos ataques de la flota turca y de los piratas argelinos, hecho por el cual la ciudad se vio obligada a levantar las murallas que defienden Dalt Vila. La fortaleza rodea todo el Puig de Vila, la zona más elevada de la capital pitiusa y cuenta con siete baluartes que fueron planificados al detalle, para dotar a la fortificación de suficientes ángulos de tiro que garantizasen su defensa.

Un periodo de gran crecimiento, en el que se construyeron numerosos templos y se establecieron nuevos núcleos de población. Las calles se empedraron, se instaló el agua corriente y se construyeron nuevas instalaciones de almacenaje de leña, carbón y carnicería, algo que permitió que la isla de Ibiza siguiera creciendo hasta convertirse en lo que es hoy en día, uno de los enclaves turísticos más famosos del Mediterráneo. .

Con las explicaciones de los guías y las dramatizaciones teatralizadas, vamos a poder viajar en el tiempo para entender mejor cómo era la sociedad de la época, qué peligros sitiaban la ciudad y, en definitiva, cómo era la vida en este lugar del Mediterráneo en el siglo XVI. Más información: Visitas teatralizadas a Dalt Vila

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