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100 kilómetros al sur de Bruselas

Un día en Dinant

Bélgica, el país de la cerveza y el chocolate, tiene secretos aún desconocidos para muchos. Dinant es uno de ellos. ¿Te apetece descubrirlo?

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A tan solo 100 kilómetros al sur de Bruselas, ya en la región de Valonia y en el corazón de la provincia de Namur, está Dinant una pequeña ciudad que rebosa historia y cultura. También se la conoce como “Hija del Mosa”, y no sin razón pues se encuentra edificada a lo largo de ambas orillas del río.

Nada más bajar de la estación de tren caminaremos hasta el puente principal que cruza el río Mosa. Este puente está repleto de réplicas de saxofones muy llamativos y coloridos. Al final del mismo está la Colegiata de Nuestra Señora.

Está custodiada por una ciudadela que actualmente pertenece a un Varón. La fortaleza ya estaba en pie para cuando el famoso Rey Sol, el francés Luis XIV, reinaba y se dejó caer por allí. Durante ambas Guerras Mundiales sirvió a los alemanes para instalar los cañones. Y es que, durante los primeros meses de la Primera Guerra Mundial, la ciudad fue testigo de combates entre los ejércitos alemán y francés. En sus alrededores fue herido el entonces teniente Charles de Gaulle. El acceso a este complejo de piedra histórico se puede hacer bien andando, lo cual conlleva subir 408 escalones, o bien por teleférico que es bastante más cómodo. Aunque hay una cafetería, también hay un merendero con preciosas vistas a la ciudad.

Tras bajar de la ciudadela, podemos seguir los pasos hasta el pequeño museo de Adolphe Sax, es quien inventó el saxofón en 1840. La entrada es gratuita y consta de una pequeña sala que hace un recorrido por la historia de disco instrumento y su creador. A la puerta nos encontraremos con una estatua de Sax sentado en un banco y sosteniendo su innovador instrumento. La media tarde llega y con ella la hora del café, al lado de la Colegiata hay una pequeña cafetería y tienda de chocolates belgas donde poder disfrutar de un espumoso capuccino. Merece la pena entrar en la catedral, con preciosas vidrieras y acabados en pan de oro.

También se inventó la famosa cerveza Leffe a orillas del Mosa, la visita de la fábrica-museo de este rico zumo de cebada es obligada para los amantes de la cerveza. Hacia el final de la visita habrá una pequeña cata en la que nos ofrecerán diferentes tipos de Leffe, más tostada, rubia…

Y para finalizar el día en esta maravillosa ciudad llena de vegetación y relieve hay que pasar por La Merveilleuse, una cueva que fue descubierta en 1904. Su interior está repleto de estalagmitas y estalactitas que forman mágicas siluetas. Una amalgama de colores nos acompañará por los dos, casi tres pisos de profundidad que tiene esta gruta. Está considerada como una de las cuevas más bellas de Bélgica.

Un detalle histórico y curioso de esta obra de la naturaleza, es que durante la ocupación de la ciudad en Segunda Guerra Mundial los habitantes de Dinant se refugiaron en una de las salas de la gruta. Llegaron a estar unas dos semanas escondidos sin agua ni electricidad.

¿Preparado para acercarte al Mosa y pasar un día maravilloso en Dinant?

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