6 rutas de peregrinaje que debes hacer, al menos, una vez en la vida

No es ningún secreto que cuando escuchamos la palabra “viajar”, lo primero que se nos viene a la mente son aviones, hoteles, ciudades de ensueño, montañas o playas, ¿no es así? Pero, normalmente, dejamos a un lado otras significativas formas de descubrir rincones recónditos del mundo.

Una buenísima forma de hacerlo es a través de la realización de rutas de peregrinación. Consigues descubrirte a ti mismo, conectar directamente con la naturaleza y disfrutar de una experiencia única. Existen un gran número de rutas de este tipo en todo el mundo pero estas son las seis más espectaculares que tienes que hacer, al menos, una vez en la vida.

Camino de Santiago, España

Se trata de una de las rutas de peregrinaje más famosas de Europa y, por supuesto, de todo el mundo. Tanto es así que, cada año, más de 100.000 personas hacen este camino hasta la misma Catedral de Santiago de Compostela donde se dicen que descansan los restos del propio apóstol Santiago. El punto de partida es la ciudad francesa de Saint-Jean-Pied-De-Port y son un total de 725 kilómetros. Se tarda unos tres o cuatro semanas, dependiendo del ritmo. Es recomendable hacer esta ruta en primavera, principios de verano o principios de otoño.

Camino de Asís, Italia

Fue creada de una manera completamente espontánea puesto que se unieron caminos de peregrinaje mucho más cortos de la zona tales como La Verna, Cerbaiolo, entre muchas otras. Se extiende por una gran cantidad de paisajes de la campiña italiana. Es considerada como la ruta que recorrió San Francisco en la Edad Media. No solamente se realiza por cuestiones religiosas sino que es una oportunidad única para reconectar con la naturaleza italiana de una manera muy especial. Son unos 300 kilómetros y el mejor momento para realizarla es en primavera. Se tarda unos 12 días en realizarla.

Camino de Fátima, Portugal

En 1917 fueron tres jóvenes los que aseguraron haber visto a la Virgen María sobre un roble en Cova da Iria. De este modo, empezaron a llegar un gran número de peregrinos a Fátima de manera “ilegal” hasta que en el año 1930, la Santa Sede aprobó la historia y se construyó el santuario. Se trata de una de las rutas más sorprendentes y espectaculares del mundo. Desde Lisboa son 125 kilómetros y se tarda en hacer unos cuantos días. El día perfecto para llegar a la Basílica de Nuestra Señora de Fátima es el 13 de mayo puesto que fue el día en el que sucedieron las famosas apariciones.

Camino de St. Cuthbert, Reino Unido

Viene dado por el nombre de un santo del siglo VII. Fue enterrado en Lindisfarne, es decir, en la llamada Isla Santa. Esta peregrinación se realiza por las antiguas carreteras romanas rodeadas por un espectacular paisaje puesto que pasa por Inglaterra y Escocia por lo que varía dependiendo de la zona en la que estés. Es una elección perfecta para disfrutar del paisaje y así conectar con la naturaleza. Cuenta con una distancia de 100 kilómetros y dura de cuatro a seis días.

Camino de Scherpenheuvel, Bélgica

La llamada Basílica de Nuestra Señora de Scherpenheuvel se ha convertido, desde el pasado siglo XVII, en un importante lugar de peregrinaje. Allí se encuentra una estatua de la Virgen de madera. Es conocida puesto que en 1603 tuvo lugar un supuesto milagro ya que, aparentemente, la estatua sangró. Se puede comenzar en Hasselt (por el este) o por Amberes y Gante (desde el oeste). La temporada para realizar esta ruta comienza el 1 de mayo. Podrás conocer parajes absolutamente increíbles y una Bélgica realmente de ensueño.

Peregrinación de Glastonbury Tor a Stonehenge, Reino Unido

Es una de las más importantes de Europa. Un grupo de investigadores aseguró que hace más de 3.000 se trataba de un lugar de peregrinaje para enfermos puesto que pensaban que las piedras situadas en el complejo de Stonehenge tenían propiedades curativas. En la cima de la colina de Glastonbury Tor se encuentra la llamada St Michael’s Tower que guía, en todo momento, a los peregrinos en su viaje al espectacular renacimiento. Además, las vistas son espectaculares. La distancia es de 68 kilómetros por lo que tardarás unas tres jornadas. La mejor época es junio ya que se reúnen en Stonehenge unas 20.000 personas para celebrar el conocido solsticio de verano.