Sin palabras
Cinco joyas salvajes de la naturaleza
No importa cuánto viajemos, ni cuántos sellos haya en nuestro pasaporte, el planeta Tierra y su belleza abismal no dejarán de sorprendemos. Aquí encontrarás algunas ideas para dejarte sin palabras.
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Monte Roraima, Venezuela
Los primeros exploradores europeos declararon que el Monte Roraima -un antiguo pico en forma de yunque que se levantaba de la selva donde Brasil, Guyana y Venezuela se encuentran inaccesibles. No obstante, hay acceso posible y es escalando. Además, el esfuerzo tiene su recompensa, pues esas gruesas nubes que parecen esconder un secreto, una vez en la cima revelan un paisaje que de otra forma no sería posible disfrutar.
Provincia de Jujuy, Argentina
En el noroeste de Argentina, encontramos la provincia de Jujuy, que es la zona donde se comunica el resto del país con el desierto. Es una tierra remota, árida y espectacularmente bella. Los juegos de luces y sombras que se dan sobre esta región la convierten en el lugar perfecto para ser fotografiado. Su belleza es tan deslumbrante que merece la pena que sea captada. Uno de sus tesoros son las llamativas salinas, las Salinas Grandes. Para extraer la sal se hacen una especie de piscina rectangular.
Islas Feroe, Dinamarca
Las islas Feroe es un pequeño archipiélago que está en el Atlántico Norte, entre Escocia, Noruega e Islandia. A pesar de encontrarse dentro del Reino de Dinamarca, este territorio insular conforma un país autónomo. Escondido en el fondo de una ensenada cerrada con montañas en una de esas islas se halla un pueblo cubierto de césped, dando lugar a un reino místico y cambiante. Esta isla, se llama Streymoy, es sólo una de las dieciocho que componen este archipiélago remoto que se encuentra a unos 200 kilómetros de la costa de Escocia.
Colinas de Chocolate en la isla Bohol, Filipinas
Las colinas cónicas del chocolate de la isla de Bohol en Filipinas no dejan de ser un misterio de la madre naturaleza. Hay, aproximadamente unas 1.776 cúpulas kársticas de caliza coral, cubiertas de pasto, y poseen una forma casi uniforme. Aunque la flora es abundante y exuberante, y da a los montículos un color verde vibrante durante muchos meses del año, en época más seca el paisaje adquiere una tonalidades pardas y marrones que simulan gotas gigantes de chocolate.
Mar de Weddell, Antártida
¿Qué destino puede ser más salvaje que el frío polo sur? Visitar el mar de Weddell, en lo más al sur del mundo, precisa de un fuerte sentido de la aventura, y tal vez un poco de locura. La mayoría de los viajeros llegan en barco desde la punta de América del Sur y atravesando el Paso de Drake. La recompensa de semejante viaje es la experiencia única de disfrutar de un mar lleno de soledad, y que es el único testigo del poder cambiante de las vastas capas de hielo. Además una maravillosa vida silvestre continua virgen y es uno de los lugares más remotos de la Tierra y más bellos.
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