Bessans, el pueblo de la avalancha que ha dado la vuelta al mundo

En pleno Parque Nacional de la Vanoise, en la zona limítrofe con Italia (de hecho, Turín está a un paso), se encuentra el pequeño pueblo de Bessans, de poco más de 300 habitantes. Ellos viven en un marco casi idílico de la región Ródano-Alpes, en un pequeño valle rodeado de montañas de gran altura (por encima de los 3.000 metros) y un buen número de glaciares.

Sin embargo, Bessans se ha vuelto famoso gracias a un espectacular vídeo que podría hacernos pensar que no es tan paradisíaco, pero no hay que dejarse llevar por las apariencias. Incluso cuando se trata de una espectacular avalancha como la que grabaron en directo, y casi por casualidad, hace unas semanas, con varias toneladas de nieve cayendo literalmente sobre uno de los costados del pueblo, directamente de la montaña.

Las imágenes han dado la vuelta al planeta, ya que no suele ser habitual poder grabar una avalancha casi completa a tan corta distancia de un lugar habitado, y más sin necesidad de lamentar daños, como fue el caso.

En Bessans la nieve es común desde octubre, aunque es en noviembre cuando suele estar ya óptima para el deporte blanco. Y se mantiene bien hasta el mes de abril, por lo que es un destino perfecto durante meses, máxime si tenemos en cuenta que suele haber muchos días de sol, a pesar del frío. Hay rutas para practicar esquí, esquí alpino, senderismo por los valles de Averole y Ribón, montañismo, escalada, trineo tirados por perros... No es de extrañar que aquí entrenen los equipos franceses de esquí campo a través y biatlón.

El pueblo está en el centro de un antiguo glaciar y ya fue habitado en la Antigüedad. Esto se sabe porque hay cuevas con pinturas rupestres. Sin embargo, es el pasado barroco el que, en materia de patrimonio, destaca, gracias a las capillas que se han mantenido desde hace siglos en pie en diferentes iglesias como la de San Antonio o San Juan Bautista. Además, aquí se encontraba un bonito puente de un arco, el de Los Sarracenos, de 1552, pero una inundación en 1957 lo destruyó y, en su lugar, se construyó uno de marcos de metal, en cuyo centro hay una capilla dedicada a Santa Bárbara.

Para visitar Bessans es necesario contar con un vehículo. Desde Turín se tarda unas dos horas en cubrir los 145 km. de distancia, gran parte por autovía, y solo el último tramo es de montaña. Desde Francia, Grenoble es la ciudad más importante de entre las cercanas, también a unas dos horas (168 km.). Las vistas y sentirse en el corazón de los Alpes será el mejor premio al llegar.

Más información:
Ayuntamiento de Bessans
Turismo de Francia