10 destinos, 10 flores y cientos de colores

Hay muchos lugares en Europa que despliegan todo su encanto en primavera. Y es que con la llegada del buen tiempo, las flores y los colores nos transportan a un mundo mágico, a un universo que estamos deseando descubrir. Y no solo en España. De la mano de Holidu, el buscador de alquileres vacacionales, os proponemos un recorrido por los paisajes más coloridos e intensos a los que hay que ir, al menos por una primavera.

La sofisticación de la orquídea salvaje y sus colores violeta, rosa y blanco en Apulia, Italia.

En primavera, las orquídeas de la Apulia despiertan de la hibernación y transforman la región en un mar de flores. En el Parque Natural de Gargano encontrarás la densidad de orquídeas salvajes más alta del mundo. De hecho unos 60 tipos de las 200 variedades de orquídea salvaje que existen tienen su origen en esta región. Estas flores miden entre 15 y 30 centímetros y son como pequeñas y sofisticadas miniaturas de sus hermanas tropicales. No dejes de recorrer el parque por alguna de las múltiples rutas senderistas entre abril y mayo para descubrir los paisajes de roca blanca, los bosques o los pantanos… pero, eso sí, si quieres ver las orquídeas en todo su esplendor, tendrás que darte prisa ya que son el alimento favorito de cabras de Gargano.

La exuberancia de las hortensias azules en las Azores, Portugal.

A finales de mayo, Azores que normalmente es de un verde vibrante se transforma cubriéndose de un exuberante manto azul. Las hortensias tienen la culpa. Este fenómeno es particularmente espectacular en la isla de Faial, no en vano se la conoce como “La Isla Azul”.

La planta es originaria de China, pero el botánico Philipert Commerson la introdujo en Europa en el siglo XVIII. Las hortensias azules son un símbolo de gratitud y, sin duda, agradecerás el haber visitado las islas en la época de floración entre mayo y junio. Las Azores poseen las condiciones perfectas para que la hortensia crezca de forma exuberante, ya que su clima es templado y la tierra volcánica es rica en nutrientes.

La sutileza blanca y rosada de la flor del albaricoque en Wachau, Austria.

Desde finales de marzo y hasta mediados de abril los albaricoqueros en flor en Wachau son durante dos semanas un auténtico espectáculo. Unos 100.000 árboles transforman el paisaje habitualmente verde en un paraíso de sutiles tonos rosados y blancos. La fruta de estos árboles es dulce y jugosa, notarás la diferencia en cuanto la pruebes.

El autóctono “Wachauer Marillen” está protegido por la Unión Europea desde 1996 por su sabor y calidad, además por la ausencia de pesticidas en su producción. Así que si llegas tarde a la floración, no te preocupes, puedes disfrutar de los albaricoques al natural o transformados en deliciosa mermelada o licor. Aprovecha para hacer un poco de senderismo recorriendo la comunidad de cultivo, la Rossatz-Arnsdorf, la más importante de Austria.

La alegría multicolor de los tulipanes en Lisse, Holanda.

No hay otra visión igual a los campos de tulipanes en Holanda, un clásico de la primavera. Pero, a qué no sabías que esta flor es originaria del Imperio Otomano. La planta llegó a Europa en el siglo XVI, y se convirtió en símbolo de nobleza.

Hoy es una planta decorativa con más de 150 especies y se ha convertido en la flor nacional de Holanda. Los holandeses incluso la utilizaron como sustento en los años de hambruna provocados por la Segunda Guerra Mundial. El parque urbano Keukenhof de Lisse, entre Ámsterdam y La Haya, es en abril y mayo una auténtica fiesta y el lugar ideal para disfrutar de la belleza y los colores de los tulipanes.

El placer rosado del cerezo en Renania, Alemania.

Los cerezos en flor son uno de los fenómenos más espectaculares de la primavera. Y aunque Japón es uno de los lugares famosos en lo que a flores de cerezo se refiere, no es necesario irse hasta allí para disfrutar de este evento. Y en España lo sabemos muy bien. Aquí tenemos nuestra floración propia, como la de los cerezos en el Valle del Jerte.

Pero en Europa, es en Renania en Alemania donde podemos disfrutar de esta maravilla primaveral, sobre todo en Düsseldorf , una ciudad que cuenta además con la comunidad japonesa más grande de Europa.

También en Bonn cada año se celebra el Festival del Cerezo en Flor, cuyo punto álgido para la floración suele ser a mediados de abril y suele durar un máximo de 10 a 14 días. Todo depende del clima, cuanto más cálido sea el tiempo, antes se desvanecen las flores.

Los tonos rojos y rosa del Rododendro en flor en Cornualles, Inglaterra.

Si hay un lugar en el que los jardines son un must, ese es Reino Unido. En primavera, los jardines ingleses son una explosión de color, en parte gracias a los rododendros.Una especie que fue introducida en la isla por los cazadores de plantas, que la trajeron en el siglo XIX desde el Himalaya. Aunque algunas variantes de estas plantas son propias de países del sur de Europa. Andalucía contaba con una buena cantidad de estos arbustos, aunque ahora, debido al clima de han convertido en una especie en extinción en nuestro país.

En Cornwall, o Cornualles, Inglaterra, forman parte de muchos jardines públicos aunque destacan de mayo a julio en el impresionante jardín “Trebah”, cuando en primavera todo se cubre de tonos rojizos y violetas. Y junto a los rododendros disfrutaremos de una increíble colección de árboles y arbustos categorizados como “raros”, una atracción única para los amantes de las plantas.

El blanco brillante azahar en los naranjos españoles.

Completamos el mes de abril y mayo con un viaje por los colores de la primera en Valencia y sus Jardines del Turia, uno de los parques urbanos más grandes de Europa, con más de 10.000 naranjos. Aquí podrás disfrutar de un mar de azahar blanco y del aroma de los naranjos en flor, una deliciosa combinación de aromas cítricos y vainilla razón por la que durante mucho tiempo las flores, de un color blanco brillante, despertaron más interés que la fruta. Estas flores se utilizan para elaborar aceites, perfumes y té. En España, así como en otros países, la flor de azahar se asocia al matrimonio, y es símbolo de la pureza y del amor eterno, y es usada para elaborar ramos de novia.

La calma del violeta de la lavanda en la Provenza, Francia.

Un mar violeta hasta donde alcanza la vista es lo que nos espera a partir del mes de junio en los campos de lavanda al sur de Francia. Si quieres disfrutar de un paisaje de intenso color violeta, y del aroma de esta flor, nada como un viaje a la Provenza francesa en esta época del año. La sensación de tranquilidad te relajará de manera instantánea y es que el aroma de esta planta se utiliza, entre otras cosas, para conseguir un sueño más confortable.

Muchas rutas de senderismo recorren esta zona francesa y nos acercan a estos campos violetas. Una buena idea es completar el viaje con una visita a alguna de las plantas de producción que utilizan la lavanda para elaborar jabones, aceites, infusiones… Seguro que no podrás resistirte y comprarás algo.

La exclusividad de la Edelweiss y sus hojas grisáceas en Zermatt, Suiza.

La Edelweiss Alpina es una joya difícil de encontrar, eso, aunque su periodo de floración es bastante largo, de julio a septiembre. Esta flor crece en las montañas centrales y del sur de Europa como los Alpes, los Pirineos y los Balcanes; y elige como hábitat campos rocosos de entre 1800 y 3000 metros de altitud. Buscarlas es toda una aventura.

Símbolo de valor y coraje, es también una muestra de amor verdadero por lo difícil que resulta conseguirla.

Zermatt es uno de los lugares en los que seguro vas a poder encontrarlas. Acércate a “El Camino Edelweiss”, pero recuerda que no puedes arrancarla, la Edelweiss es una planta protegida de manera estricta. Esta planta que llegó de Asia Central a Europa durante la Edad de Hielo se pueden encontrar también en el Tibet, el Himalaya, Japón o Korea. Sus peludas hojas grisáceas la hacen inconfundible En el siglo XIX se usó en la medicina popular, y solo después se convirtió en todo un símbolo de los Alpes.

Los páramos morados del brezo en flor en Westjütland, Dinamarca.

En pleno verano, de agosto a septiembre, esta planta cubre los terrenos estériles y ácidos, donde otras especies tienen difícil sobrevivir. Así el brezo, en su soledad, cubre de belleza aquello que de otra manera se vería desolado. Quizás es por ello que simboliza la buena suerte, además de la soledad y la belleza. El paisaje característico plagado de brezo de muchos países nórdicos es también propio de la región danesa de Westjütland donde en los meses de verano, todo florece y se cubre de tonalidades moradas, una imagen hermosa y melancólica.

Más información: Holidu

También te puede interesar

El jardín del paraíso que no aparece en las guías de Nueva York

¿Conoces la Costa de los Jardines?