Transilvania, una región legendaria

Transilvania es una de las provincias más románticas de Rumanía. Su nombre evoca imágenes de montañas, bosques, valles, ríos cristalinos, pequeñas iglesias de madera con techos altos, castillos legendarios, leyendas e historias de su convulso pasado.
Pero aunque esto es lo primero que nos viene a la cabeza, Transilvania, ofrece mucho más.

Desde estaciones para el deporte invernal a estupendos establecimientos de aguas termales, vías para excursiones en las montañas y un Parque Nacional, el de Retezat, además de patrimonio histórico, fascinantes ciudadelas medievales, museos, arte y establecimientos hoteleros de primer orden.

La región de Transilvania, en Rumanía, posee algunos de los rincones más bellos de Europa, joyas que guarda con celo y que pertenecen con orgullo al patrimonio mundial de la Unesco.

Desde el castillo de Bran, una reliquia apartada de la civilización que sirvió en la época medieval como fortaleza de los caballeros de la orden Teutónica, famoso por el mito del Conde Vlad Draculea o Conde Drácula, hasta importantes ciudadelas medievales como la de Brasov, o Sibiu, o las siete aldeas con iglesias fortificadas, que mantienen su ordenación territorial, tal y como estaba en la Edad Media.

Sighisoara, en la región histórica de Transilvania en plenos Cárpatos transilvanos, destaca por las casas de la Ciudadela, sus casco histórico y la Torre del Reloj, por su enorme cementerio y por la población de sajones, una etnia alemana. Sighișoara ha conservado de manera ejemplar sus características de pequeña ciudad medieval fortificada, incluida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad y ciudad natal del Conde Vlad Draculea.

Es un lugar dentro de los circuitos turísticos, porque un viaje a Transilvania tiene que pasar también por Brasov.
Conocida desde el año 1235 con el nombre de Corona, la ciudad fue colonizada por los alemanes que la conocen con el nombre de Kronstdat. Una ciudad protegida por un sistema montañoso que desarrolló su economía en la ciudad, una economía basada en los comerciantes y en los artesanos.

El cinturón de fortificaciones convierte a Brasov en una de las ciudades medievales más fortificadas de Transilvania. Pasear por sus calles es un viaje al pasado, un patrimonio que convive con la modernidad. Todavía se pueden ver los restos del antiguo muro de defensa y unas cuantas torres: el Bastión de los Sastres, la Torre Blanca y la Torre Negra y la Puerta Ecaterina de estilo gótico. Preciosa también la Iglesia Negra, el templo gótico más grande de Rumanía. Su nombre se debe a un gran incendio que se produjo en el año 1689.

En el exterior se pueden ver estatuas góticas emplazadas debajo de los baldaquines. Del período anterior al incendio, guarda una hermosa composición en la vidriera del portón sur.

Cerca de Brasov, destaca el Castillo Peles, considerado como uno de los más bonitos de Europa, una auténtica obra maestra de la arquitectura renacentista alemana. Construido en 1873 por el Rey Carol I de Rumanía para ser su propia residencia, es opulento, elegante y majestuoso. Repleto de obras de arte y detalles originales de diferentes lugares de Europa, propio de la burguesía de esa época.

En su interior podemos ver espléndidas lámparas de araña de cristal de Murano, vidrieras de colores alemanas, paredes cubiertas con cuero de Córdoba, porcelana de Meissen y Sevres, ébanos y esculturas de marfil. Y una curiosidad, el Castillo Peles, es el primer castillo europeo con corriente eléctrica. Y esto fue posible gracias a la electricidad producida por su propia planta eléctrica localizada en un riachuelo cercano.

El Castillo Peles cuenta con 160 estancias y aunque fuera de los circuitos turísticos, merece la pena acercarse. Porque además se puede visitar otro castillo más pequeño, el Castillo Pelisor ,construido por el Rey Ferdinand. Se encuentra justo su lado y cuenta con 70 habitaciones en estilo art-nouveau y, anteriormente, era utilizado como residencia de verano.

El exterior del Casillo Peles es precioso, con unos jardines románticos encantadores y una arquitectura regia y señorial, rodeado de bosques y cumbres nevadas. En la actualidad es un museo y una de las principales rutas de senderismo por su localización apartada. Abierto de miércoles a domingo de 9h a 16h.

Otros lugares cercanos de interés son las Montañas Bucegi, Predeal o Azuga.

Pero sin duda, Sibiu, merece una visita. En 2004 el casco antiguo de esta ciudad fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. El casco antiguo de Sibiu se extiende a lo largo de la ribera del río Cibin, sobre una colina. Dividida entre la Ciudad Alta y la Ciudad Baja, Sibiu, ha sido una de las más ciudades amuralladas más importantes del sureste de Europa. Con múltiples recintos amurallados en forma de anillos alrededor de la ciudad. Las grandes paredes del sureste son las que están mejor conservadas y las tres líneas paralelas son todavía visibles. Todas las estructuras están conectadas mediante laberintos de túneles y callejones, que unían la ciudad con las líneas de defensa.

Turismo de Rumanía tiene un convenio con algunas comunidades autónomas españolas y, hoy, podemos disfrutar de este formidable patrimonio, contratando viajes con guías turísticos desde 820 euros, en periodos de 8 días, ven unos viajes que están muy bien de precio, ya que incluyen los vuelos y el alojamiento, lo puedes contrtar en agencias como Movitravel.es en Madrid. Merece la pena, disfrutar de la belleza de una de las regiones más excepcionales de Rumanía. Un auténtico lujo, al alcance de muchos.