Siente la emoción de revivir la historia de las religiones

Sea uno creyente o no, la Semana Santa conmemora en todo el mundo los últimos días de la vida de Jesús, aunque solo en Israel los hechos que se celebran tienen lugar donde sucedieron los hechos en realidad. Y es que no hay nada como pasar la Semana Santa en Jerusalén.

Vivir la celebración de los grandes eventos de la historia de la vida de Jesús en los lugares donde ocurrieron es una experiencia conmovedora e inolvidable, Y es que Jerusalén tiene algo mágico, y uno tiene la sensación de que al pisar sus calles respirar la historia y el ambiente de una historia que marco para siempre nuestro pasado cultural

Jerusalén es un imán difícil de describir, todas y cada una de sus piedras rezuman siglos de antigüedad y allí, la Semana Santa comienza al con la entrada de Jesús en la ciudad el Domingo de Ramos. No importa que religión profeses, porque en estas fechas tan especiales experimentar Jerusalén es algo que no te puedes perder.

A poco más de cuatro horas en avión, podemos sumergirnos en la milenaria Jerusalén y compartir y ser testigos de la devoción delos cristianos en las diversas procesiones que tienen lugar en las calles de esta ciudad.

El Domingo de Ramos, que cae este año en el día 9 de abril, se lleva a cabo la tradicional bendición y la procesión de las palmas. Los líderes de la Iglesia de la comunidad cristiana como el Patriarca Latino, el Custodio de Tierra Santa y otros Obispos se unen a los miles de peregrinos en su descenso desde el Monte de los Olivos, en una celebración que recrea la entrada de Jesús en Jerusalén. Cerca de 10.000 personas se reúnen para acompañar esta procesión.

El Jueves Santo, el 13 de abril, es el momento en el que los fieles conmemoran la Última Cena y los momentos previos al apresamiento de Jesús. Los actos se suceden en la Iglesia del Santo Sepulcro, recientemente restaurado, el Cenáculo y la iglesia del Cristo Redentor. A continuación, se realizan lecturas en diferentes idiomas en la Basílica de la Agonía en Getsemaní, seguida de una impresionante y sobrecogedora procesión con velas hasta que llega hasta el Monte Sión.

El Viernes Santo, el 14 de abril, día de la crucifixión de Jesús, se celebra una procesión que recorre la Vía Dolorosa, en la que están marcadas nueve de las catorce estaciones del Via Crucis. Y por la noche, a las 20.10h, se realiza el entierro de Cristo en la basílica del Santo Sepulcro. Un evento único en la Iglesia de Jerusalén, que recrea la deposición del cuerpo de Cristo en la tumba.

El Sábado Santo, el 15 de abril, se celebra a primera hora la Oración delante de la Tumba Sagrada. Y a las 18h tiene lugar una plegaria vespertina delante del Santo Sepulcro.

A las 23.30h llega la Celebración Pontificia de la Liturgia de las Horas en el Altar de María Magdalena, presidida por el Custodio de Tierra Santa. Y ese día, además, hay un desfile de bandas armenias con gaitas y tambores que caminan junto al Patriarca y los sacerdotes en dirección al Santo Sepulcro.

La Iglesia Evangélica Luterana en Jordania y en Tierra Santa, por su parte, celebra un servicio de salida del sol de Pascua a las 5.30h de la mañana en la capilla al aire libre en el Hospital Victorial Augusta en el campus de la Federación Luterana Mundial del Monte de los Olivos.

Y también, el sábado 15 de abril, tiene lugar en la iglesia del Santo Sepulcro el Milagro del Fuego Santo, cuyo primer registro data del año 1106, una celebración que se cree se remonta a muchos años atrás. La celebración más importante de la fe ortodoxa en Jerusalén, que considera que esta Luz simboliza para los cristianos orientales la luz de la Resurrección de Cristo.

Viajar a Jerusalén debería ser obligatorio, crisol de culturas y religiones, la ciudad es una de las más antiguas de nuestra civilización y es también Patrimonio de la Humanidad. Vivir la Semana Santa en la ciudad seguro será una experiencia más religiosa.

Más información: Semana Santa Jerusalén

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