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Ya hemos oído hablar de cafeterías en las que los gatos son los protagonistas. Fue una moda que nació en Japón y que poco a poco se extendió por varios países, llegando incluso a Europa (hace poco, os contábamos cómo en Viena era de lo más famosa la cafetería gatuna Neko, con cinco gatos que se dejan mimar).

Sin embargo, ahora son los propios japoneses los que quieren ir un paso más allá en esto de tomar café junto a un animal, e interactuar con él todo lo que se pueda y se deje. Lo demuestra uno de los últimos locales que ha visto la luz allí: Harry, un café en el que los visitantes pueden tomarse su bebida mientras acarician a decenas de erizos. Situada en Tokio, concretamente en el distrito de Roppongi, es la única del mundo en el que son estos animales los protagonistas.

Harinezumi Cafe

Disfrutar de Harry obliga a pagar una entrada que, independientemente de lo que nos tomemos, nos permitirá estar un máximo de una hora en el local. Si vas entre semana, el precio al cambio es de unos 9 euros, mientras que si lo haces en fin de semana, asciende a algo más de 11 €. Según dicen sus dueños, la idea del negocio es “mostrarle a la gente el encanto de estos animales. Da la impresión de que un erizo es difícil de manejar, pero no es así”. El mejor modo de acabar con esta falsa creencia, dejar que los toquen.

Harry cuenta con entre 20 y 30 animales de diferentes especies de erizo, los cuales también se pueden comprar (se trata de erizos bebé, de ahí que sus púas no sean tan peligrosas como la de los ejemplares adultos). Eso no quiere decir que no puedan llegar a pincharnos con sus púas. Para evitarlo, antes de cogerlos, explican a los visitantes la manera correcta de hacerlo, con instrucciones breves pero fáciles de entender.

Harinezumi Cafe

El local no se ha librado de las críticas de quienes no consideran una buena idea que se juegue con animales. Ellos se defienden asegurando un trato exquisito a los animales, así como que el local actúa, al mismo tiempo, como café y como tienda de animales, cumpliendo los estándares. Por cierto, también hay conejitos en la tienda...

Las normas del local permiten ir con niños, pero siempre acompañados por un adulto. Además, hay que desinfectarse bien las manos antes de tocar a los erizos. Está abierto de 12 a 21 h. y no sirven comida, solo bebida. A un minuto andando desde el metro de Roppongi de Tokio (salida número 3 de la Hibiya Line), un lugar de lo más particular.

Más información:
harinezumi-cafe.com

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