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ARTE INSÓLITO

200 esculturas hacen yoga en el bosque más surrealista de Finlandia

Parikkalan Patsaspuisto es mucho más que un parque de esculturas. Considerado el mayor espacio escultórico al aire libre del país, nadie se quiere perder sus 450 estatuas, algunas con dentaduras humanas reales e incluso sonido.

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El bosque de Parikkala se encuentra al sureste de Finlandia, cerca de la frontera con Rusia, y es seguramente el bosque más loco del mundo. Un sorprendente parque mágico en el bosque habitado en su interior por unos seres espeluznantes: estatuas que parecen perseguir a quienes osan adentrarse por sus exuberantes senderos y romper la paz de su silencio.

Esculpidas a tamaño natural por un artista autodidacta llamado Veijo Rönkkönen, estas curiosas creaciones artísticas se han convertido en una de las atracciones turísticas más populares del país escandinavo. De hecho, entre 20.000 y 30.000 personas se acercan cada año hasta este particular parque de esculturas. Una cifra que no nos extraña, ya que este curioso parque es tan sorprendente que bien merece una visita.

Rönkkönen, que trabajaba en una fábrica de papel, comenzó a esculpir estas estatuas a principios de 1960. Durante más de cincuenta años, y hasta su muerte, dedicó todo su tiempo libre a decorar el bosque con su arte. El resultado: unas 450 esculturas de diferentes colores, en su mayoría figuras humanas, poblando este lugar tan poco convencional.

La temática de las piezas es variada. Podemos encontrar en el corazón del parque más de 200 estatuas en diferentes posiciones de yoga, lo que se explica si tenemos en cuenta que el artista practicaba este deporte al aire libre y así recordaba sus ejercicios. Las hay de diferentes nacionalidades, así como cientos de estatuas de niños jugando, bailando y haciendo gimnasia. El impresionante jardín que las rodea también fue ideado y construido por Veijo Rönkkönen. Hay que reconocer que hizo un trabajo espléndido, aunque algunas de sus figuras resultan verdaderamente inquietantes.

De hecho, para muchos, este parque resulta aterrador, porque las figuras, en algunos casos, no tienen cara de buenos amigos. Pero tranquilos, uno sobrevive a la experiencia, incluso si tenemos en cuenta que algunas de las sonrisas de las estatuas están creadas con dentaduras humanas reales... ¡y esto sí que da grima!

Considerado por algunos expertos como el conjunto de arte popular más importante y completo de Finlandia, el Parque de Esculturas de Veijo Rönkkönen tiene ya medio siglo de vida. La primera escultura fue finalizada y colocada en el año 1961 y el estilo fue evolucionando hasta el punto de que algunas figuras cuentan incluso con altavoces en su interior, que con macabros efectos de sonido te ponen la piel de gallina.

El parque está ubicado cerca de la carretera principal, aunque hay que estar atento porque no está señalizado y se tarda un poco en encontrar la entrada. Hay una señal en la que puede leerse 'Patsaspuisto' y una pequeña zona de descanso para aparcar el coche al lado de la autopista. El pueblo de Koitsanlahti es el que tiene el honor de contar con un lugar tan insólito, a 10 kilómetros de la pequeña ciudad de Parikkala, y el paseo hasta allí merece la pena. De hecho, la zona es conocida por sus lagos de aves exuberantes y su naturaleza salvaje, con numerosas rutas de senderismo, por lo que combinar el parque con alguna de ellas es todo un plan.

Conectado directamente con Helsinki por carretera, el parque se encuentra abierto al público y la entrada es gratuita, pero Veijo Rönkkönen, incluso ya fallecido, exige que todos los visitantes firmen el libro de visitas al marcharse.

Más información:
Parikkalan Patsaspuisto
Turismo de Finlandia

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