Escalar el Monte Fuji, practicar kayak en el río Kumano, única vía fluvial declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO; recorrer la isla de Shikoku por el camino de peregrinación de los 88 templos; pedalear sobre el puente más largo de Japón o bucear entre los corales de las aguas de Okinawa son sólo algunas de las propuestas.

Escalar el Monte Fuji. Con 3.776 metros de altura, el famoso Monte Fuji, icono del país, es la montaña más alta de Japón y Patrimonio de la Humanidad desde el año 2013. Y es ahora, durante los meses de verano cuando se convierte en lugar de peregrinación para japoneses y turistas. El buen tiempo invita a vivir la experiencia de llegar hasta su cima. Hay diferentes rutas de ascenso que comienzan entre los 1.900 y los 2.200 metros sobre el nivel del mar y que te llevan por diferentes senderos y caminos con vistas espectaculares de los alrededores. Un must si visitas Japón en verano.

Vistas Monte Fuji
Vistas Monte Fuji | ©JNTO

Practicar kayak y rafting. Japón está rodeado de mares y océanos, y surcado por ríos y vías fluviales en el interior, así que la práctica de actividades deportivas acuática es otro de los imprescindibles. Si te guata la aventura, al norte del país, en el paraíso de los esquiadores, se encuentra Niseko, donde la nieve derretida del invierno inunda los ríos en primavera y permite disfrutar en verano de aguas más tranquilas. El río Tone, el más grande de Japón, es perfecto para la práctica de rafting, ya que cuenta con más de 12 kilómetros de rápidos. Y para los amantes del kayak nada mejor que el lago Aoki, los ríos de Hakuba, Hime o el río Kumano, en la prefectura de Wakayama, única vía fluvial declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Rafting en el río Kurobe
Rafting en el río Kurobe | JNTO ©Toyama

Senderismo en los Alpes Japoneses. Además de la escalada al Monte Fuji existen numerosas opciones para la práctica de senderismo. Y es que Japón merece la pena conocerlo andando. Descubrirás bellos paisajes en cada época del año, especialmente durante el otoño y la primavera, con la floración del cerezo. Los pintorescos senderos de Yakushima, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en la prefectura de Kagoshima, o los Alpes Japoneses en Nagano, son solo algunos de los destinos. Porque hay muchos más, como los recorridos en los cañones de Gokase, en Takachiho. Gargantas que caen al río Gokase, que se crearon por antiguas mareas de lava del gran volcán del centro de Kyushu. Para llegar hasta allí se puede hacer una ruta de un kilómetro a pie, o alquilar barcas para navegar entre los cañones hasta la cascada Manai de 17 metros de altura.

Senderismo Yakushima
Senderismo Yakushima | JNTO ©Yasufumi Nishi

Además, Japón cuenta con dos rutas de peregrinación religiosa, algo que probablemente no sabías, y que son una auténtica maravilla. Son la ruta de los 88 templos, que recorre la isla de Shikoku y el Camino de Kumano Kodo, en la prefectura de Wakayama.

Cicloturismo por el mar de Seto. En Tokio la bicicleta es uno de los medios de transporte favoritos, pero no solo en las grandes ciudades se utilizan las bicis. Porque en Japón, también se disfruta de ella para hacer deporte y turismo, especialmente en las zonas rurales que no cuentan con un transporte público habitual. Las tiendas de alquiler de bicicletas se conocen como “rentaru saikuru” y las encontraras frente a las estaciones de tren o cerca y en diferentes tipos de alojamientos en muchos destinos turísticos,.

Uno de los itinerarios destacados para hacer cicloturismo en Japón es la Shimanami Kaido, una ruta ciclista de 60 a 70 kilómetros que conecta la isla de Honshu, con la isla de Shikoku, a través de una red especialmente construida de carriles para bicicletas y puentes que atraviesan seis islas más pequeñas y ofrecen impresionantes vistas del Mar Interior de Seto.

Pero también es más que recomendable conocer Kioto en bicicleta, recorrer los extensos campos de flores de Biei en Hokkaido, descubrir el entorno del lago Biwa, el lago de agua dulce más grande de Japón, o recorrer la costa de la península de Noto.

También Okinawa ofrece recorridos perfectos para los amantes de este deporte, recorridos que atraviesan Miyakojima-Irabujima, el puente más largo del país, de 3.540 metros, y pintorescos cafés y playas de arena dorada casi vacías.

Cicloturismo lago Biwa
Cicloturismo lago Biwa | ©JNTO

Buceo en Kyushu y Okinawa. Aguas cristalinas y temperaturas cálidas, es lo que encontraremos en estas islas del sur de Japón. El paraíso de los buceadores que, además de deleitarse con la vida submarina practicando su deporte favorito, van a poder también explorar ruinas y pecios hundidos. Uno de los lugares mágicos, es la isla de Yurigahama en la prefectura de Kagoshima, donde hay un banco de arena que aparece y desaparece dependiendo de las mareas. Además, es famosa por su arena en forma de estrella, formada por granos de pequeñas conchas. Imprescindibles también son las islas Ogasawara, un grupo de treinta islas en el Océano Pacífico, que cuentan con una flora y fauna únicas en tierra y bajo el agua, donde hay también bellos arrecifes de coral. Y las islas Izu Shichito, siete archipiélagos que forman parte del cinturón volcánico Fuji, llenas de aguas termales.

Playa Yurigahama
Playa Yurigahama | JNTO ©Kagoshima Prefectural

En Okinawa son también lugares perfectos para los buceadores, las islas Kerama; la famosa “Manta Scramble” de Ishigakijima, para observar mantas-raya; el misterioso monumento bajo las aguas de Yonagunijima; los arrecifes de coral Yabiji de Miyakojima, que son los más grandes de Japón; la cueva submarina de Gakeshita; y los corales y aguas cristalinas de Cape Maeda. Ya os hemos advertido de que se trata del paraíso.

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